domingo, 26 de abril de 2009

¿Liberal o No liberal? Esa no es la pregunta.

Casi siempre la discusión entre las personas que les interesa el funcionamiento de un mercado en específico, sean o no sean economistas, se ha centrado en un alegato entre posiciones mas o menos liberales frente a otras que defienden la intervención de los órganos estatales en los mercados.

Esta diferencia, ya sea basada en argumentos teóricos sólidos de cada una de las partes o simplemente en ligeras opiniones personales, ha ayudado a construir un muro de división que a veces parece infranqueable. Es decir, en una discusión, siempre se defiende un lado contra el otro como si se tratase de dos lados contrarios, dos colores incombinables.

En el caso de México, incluso han sido identificadas en parte por grupos sociales y políticos, añadiendo más leña al fuego de la confrontación. Lo que ha provocado esto es que el análisis desaparezca cada vez más, o que se haga en espacios donde la luz pública no penetre del todo, pues la sola mención de una de las partes lanza de inmediato una señal de identificación con alguno de los dos lados, como si se tratara de un duelo futbolero: si dices algo bueno del América eres americanista, si dices algo bueno de las Chivas, entonces eres chiva de corazón, sin importar que un análisis objetivo de ambos equipos denotaría sin lugar a dudas defectos y virtudes para los dos.

Entonces algo tan importante como una Reforma del Estado, queda reducido, al menos en el plano electorero y mas o menos en el plano social, a la lógica de las porras: los que logren hacer que más electorado se identifique con ellos, ganan una elección, sin importar si los mecanismos que proponen funcionan o no, porque el análisis no es público y es más, a casi nadie le interesa.

Las políticas públicas entonces se diseñan en lo oscurito, donde sí hay análisis. Pero lo hacen en corto, sólo unos cuantos interesados. Es esta “mesa de análisis” la que pesa de más, donde los invitados sí tienen voz y voto, pero que han logrado su inclusión no por méritos democráticos ni por representatividad republicana, sino por contar con privilegios derivados de su peso económico y político, derivados incluso de su posición social.


Hasta ahora, el gran peso que da el voto a la participación ciudadana ha hecho parecer menos importante el análisis: lo importante es por quién votas para que tome las decisiones, no cómo y por qué las va a tomar. Parece más importante que decidas de qué lado estás.

Abrir el análisis supone revalorar la reflexión en todos los ámbitos posibles; en las pláticas personales, en el café, en la reunión, en la familia, en el aula, en las tribunas.

Esto supondría dar a las porras un peso más justo, para propiciar que se tomen las decisiones en forma más democrática y oportuna sin que el obstáculo sea la división que provocan las etiquetas impuestas por los prejuicios. Las preguntas serían otras, con respuestas más útiles.

lunes, 20 de abril de 2009

Una nueva opción

Hola, compañeros:

Navegando por ahí me encontré con la noticia del lanzamiento de una página muy interesante de universitarios.

Es una propuesta que invita a la reflexión de temas actuales de la realidad nacional.

Está muy buena, con una propuesta simple y diferente.

Échense un clavado: http://www.interdependencia.com.mx/revista/

Espero que les guste!

jueves, 2 de abril de 2009

Otra de Telecomunicaciones...

Mexicanos pagan más por peores servicios telecomunicaciones:OCDEviernes 27 de marzo de 2009 15:51 CST
Por Tomás Sarmiento

MEXICO DF, mar 27 (Reuters) - La débil competencia en las telecomunicaciones de México, encabezada por firmas del magnate Carlos Slim, hace que los mexicanos paguen altos precios por servicios inferiores a los de otros países, dijo el viernes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

El sector de las telecomunicaciones de México, uno de los motores de la actividad del país, se expandió un 27.2 por ciento en el 2008 frente a un 1.3 por ciento de la economía en su conjunto, según datos oficiales.

Pero el sector, encabezado por las gigantes América Móvil (AMXL.MX: Cotización) y Telmex TELMEXL.MX, aún está al final de la fila de los 30 países de la OCDE en cuanto a tarifas y velocidad en internet de banda ancha, entre otros, dijo a periodistas Taylor Reynolds, economista de la organización.

"Telmex y Telcel (la marca comercial de América Móvil en México) siguen dominando el mercado en México y como resultado la gente está pagando más de lo que debería por servicios de telecomunicaciones", dijo Reynolds.

El ex monopolio estatal Telmex TELMEXL.MX, adquirido por Slim a principios de la década de 1990, operaba al cierre del año pasado casi un 86 por ciento del mercado del telefonía fija del país, con 17.59 millones de líneas activas.

América Móvil (AMXL.MX: Cotización), también de Slim, cerró el 2008 con 54.6 millones de suscriptores móviles en México, un 75 por ciento del mercado, que según cifras oficiales alcanza hasta 75.3 millones.

El país necesita medidas como la desagregación del bucle local -el libre acceso de competidores a la última milla de las redes de telecomunicaciones- y quitar restricciones a la inversión extranjera en telefonía fija para empezar a resolver la ineficiencia del sector, dijo Reynolds.

"México necesita derribar las barreras que bloquean (...) las inversiones extranjeras en los mercados de telecomunicaciones", dijo Reynolds. El Congreso mexicano está estudiando reformas legales para eliminar esas restricciones.

Slim, uno de los hombres más ricos del mundo, ha criticado en el pasado las comparaciones de la OCDE y dice que sus empresas son líderes en el mercado porque invierten más que sus competidores en la expansión de sus redes.


EMPRESAS GOLPEADAS

Mientras que en socios de la OCDE como Japón y Francia los suscriptores pueden adquirir servicios de internet con velocidades de hasta 100 megabits por segundo (mbps), la máxima velocidad anunciada por Infinitum, el servicio de internet de Telmex, es de 2 mbps, dijo el economista.
Esas deficiencias, así como una escala de precios que también sitúa al país latinoamericano en los últimos lugares del grupo, ponen en desventaja a las empresas del país y podrían estar limitando el desarrollo económico del país, afirmó.

Reynolds sugirió que el país podría avanzar más rápidamente hacia una mayor cobertura y servicios más eficientes si la Comisión Federal de Electricidad (CFE) la empresa estatal de energía eléctrica, pone rápidamente en el mercado su extensa y poco aprovechada red de fibra óptica a precios competitivos.
Recientemente, el regulador mexicano de las telecomunicaciones, la Cofetel, publicó reglas que facilitan el acceso de todos los operadores al bucle local.

Además, la autoridad antimonopolios lleva a cabo investigaciones sobre Telmex y América Móvil que podrían terminar con una declaratoria de dominancia de ambas empresas en el sector, lo que las podría someter a regulaciones más estrictas.


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