domingo, 29 de noviembre de 2009

En la UV: cultura del desempeño académico

Raúl Arias Lovillo*

La Universidad Veracruzana apostó por el desarrollo de sus académicos para llevar a cabo sus grandes transformaciones. El resultado es un cambio en la cultura académica y la elevación de la calidad y la capacidad de la comunidad de profesores e investigadores.

Hoy, la Universidad contrata al personal académico de acuerdo a las necesidades de desarrollo y fortalecimiento de nuestros programas educativos. Podemos decir que nuestro académico se ha consolidado como un protagonista central de la universidad que hace docencia, investigación, recrea y crea el arte; que instruye.

Nuestro académico, presente en distintos escenarios de la gestión educativa, va a convertirse muy pronto en un académico integral.

Este proceso que ha establecido la UV con esos propósitos, no tiene precedentes.

En efecto, la cultura del académico universitario ha transitado desde la idea -agotada por cierto- de que el nombramiento determinaba su función, hasta la visión actual en la que son las diferentes funciones académicas que requiere la institución las que lo determinan; proceso en el cual, la docencia, la generación y aplicación del conocimiento, la tutoría y la gestión, conforman el perfil integral deseable de nuestros académicos.

Este tránsito en la cultura del desempeño corresponde con el cambio de paradigma educativo que la UV ha impulsado desde la implementación del Modelo Educativo Integral y Flexible, junto con otros procesos de innovación que se han puesto en marcha en nuestra casa de estudios, en atención a los requerimientos derivados de nuestra propia experiencia.

En ese contexto las funciones mencionadas aparecen como un requerimiento natural para la formación integral, y de manera sobresaliente para el curriculum flexible y para el fortalecimiento de la investigación como la función imprescindible y articulada a la docencia.

El Programa de Estímulos
En este gran movimiento de cambio universitario, sin duda, uno de los instrumentos más importantes ha sido el Programa de Estímulos al Desempeño del Personal Académico (PEDPA), el cual, tuvo una transformación importante en su ejercicio 2007-2009. Hoy es más sencillo en su ejecución y los resultados reflejarán parte importante de la dinámica institucional.

Es importante recordar que se establecieron seis niveles, en los que están proyectados, además de las condiciones de desempeño que la institución impulsa, los referentes externos que también apoyan el perfil académico integral. Así, por ejemplo, un académico que obtiene nivel 3 en el PEDPA es equivalente al que obtiene el perfil deseable de PROMEP o es candidato en el SNI; quien alcanza el nivel 4 se compara al que obtuvo refrendo de PROMEP o nivel 1 del SNI; el nivel 5 es comparable a un nivel 2 del SNI y el nivel 6 al nivel 3 del Sistema Nacional de Investigadores.

Los objetivos académicos estratégicos prioritarios están ya establecidos: 1. Programas educativos de calidad reconocida; 2. Vida académica colegiada a través de la dinámica de los cuerpos académicos; 3. La formación integral de los estudiantes.

Estos objetivos se verán concretados, precisamente, en la medida que logremos que nuestros académicos alcancen el perfil académico integral. Con ello ganaremos todos, maestros, estudiantes y por supuesto nuestra institución.

Balance de resultados
Los resultados del ejercicio 2007-2009 que en breve se anunciarán, son consecuencia del esfuerzo colectivo de las diferentes estructuras académicas involucradas. Intervienen los consejos técnicos de cada entidad y se considera la evaluación semestral que realizan los estudiantes sobre el desempeño de sus docentes.

Estos resultados reflejan el avance alcanzado institucionalmente en el impulso al nuevo perfil académico y la proyección para alcanzar mejores resultados.

La participación de los académicos en estos programas no es aislada: refleja las condiciones de las entidades, los programas educativos y las funciones universitarias; nos hemos propuesto que corresponda a la planeación de nuestras metas institucionales, a los programas universitarios y a los requerimientos de cada programa educativo; en ello, los órganos colegiados tienen una responsabilidad fundamental ya que su participación legitima tanto el esfuerzo individual como el colectivo, pues el impacto en la formación de los estudiantes y la proyección, se verá reflejada en el desarrollo de la institución y en los beneficios que proporcione a la sociedad en su conjunto. Esa es la mejor evaluación.

Por otra parte, seguiremos con esta tendencia en la versión 2009-2011 del PEDPA para la que estamos convocando a los académicos de base de nuestra Universidad.

Parto de la creencia de que aquellos que participaron en el ejercicio anterior, conocen muy bien las fortalezas y debilidades en el desempeño de sus funciones académicas las cuales serán reflejadas y potenciadas por la iniciativa personal de los académicos.

De igual forma, se espera que cada entidad impulse a partir de sus planes de desarrollo la dinámica de sus cuerpos académicos. Se trata de que los directivos impulsen nuestro esquema de desarrollo académico, promoviendo que cada vez más miembros de la comunidad se involucren en la vida académica y su constante evaluación, y en consecuencia obtengan el reconocimiento institucional y los estímulos correspondientes.

El financiamiento
Para nosotros, desde la administración de la Universidad, constituye un esfuerzo financiero muy serio conseguir los recursos para continuar estimulando a quienes han demostrado con su trabajo ser los mejores académicos universitarios.

Nadie se salva de la situación provocada por la crisis y creo que es perfectamente comprensible por todos. Lo que sí quiero enfatizar es que seguiremos haciendo nuestro mejor esfuerzo para obtener los recursos de fuentes externas y de ahorros internos. Vale la pena -y lo digo sinceramente- reconocer el esfuerzo y el compromiso académico de calidad. Vale entonces, también, que quienes lo obtienen, reconozcan y asuman el esfuerzo de la institución que apuesta todo por ellos.

Por cierto, por primera ocasión la UV reconoce por separado el esfuerzo de los académicos y los ejecutantes por un referente común: la formación integral de nuestros estudiantes.

Lo reitero: seguiremos impulsando a los académicos para obtener reconocimientos externos o sus equivalentes en lo interno; apostamos por programas educativos reconocidos por su calidad y por los cuerpos académicos consolidados.

Por último, convocó a que todos encontremos en el Programa de Estímulos la herramienta académica para impulsar los cambios y las transformaciones necesarias para el beneficio de nuestros estudiantes y de la sociedad en su conjunto.

En la Universidad el rumbo está claro; no habrá desarrollo académico personal y colectivo que no sea reconocido, no habrá desarrollo de la Universidad Veracruzana sino es a través del avance de su claustro.

Ese debe ser el compromiso de todos.

*Rector de la Universidad Veracruzana

Artículo publicado con autorización del autor.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Autonomía y Financiamiento


Raúl Arias Lovillo*

La fracción séptima del Artículo Tercero de la Constitución establece:


“Las universidades y las demás instituciones de educación superior a las que la ley otorgue autonomía, tendrán la facultad y responsabilidad de gobernarse a sí mismas; realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la cultura de acuerdo a los principios de este artículo, respetando la libertad de cátedra e investigación y de libre examen y discusión de las ideas; determinarán sus planes y programas; fijarán los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal académico; y administrarán su patrimonio. Las relaciones laborales, tanto del personal académico como el administrativo, se normarán por el apartado A del Artículo 123 de esta Constitución, en los términos y con las modalidades que establezca la Ley Federal del Trabajo conforme a las características propias de un trabajo especial, de manera que concuerden con la autonomía, la libertad de cátedra e investigación y los fines de las instituciones a que esta fracción se refiere”…


Asimismo, la fracción tercera y la cuarta del propio Artículo Tercero Constitucional, fijan la gratuidad de la enseñanza y el compromiso del Estado mexicano de apoyar a la educación superior y la investigación científica. Es decir, en el cumplimiento de sus funciones sustantivas de docencia, investigación y difusión de la cultura, las universidades públicas se basan en el régimen de autonomía, y reciben del Estado, esto es, de la federación, los gobiernos estatales y los municipios, los recursos necesarios para el desarrollo de dichas funciones.


Esta son, sin equívocos, la literalidad de la norma y el espíritu de la misma, los elementos con los que se conforma el marco legal de la mayoría de las universidades públicas de México. Es, de muchas maneras, una conquista universitaria y el resultado de un largo proceso de la vida política y educativa nacional que ha involucrado las luchas de la universidad mexicana. Un triunfo de la razón y de la libertad académica y científica, también.


El principio de la autonomía ha acompañado a las universidades de América Latina desde principios del siglo pasado. Siendo un valor universitario que encarna la libertad de su comunidad para autogobernarse, definir sus programas académicos y regular sin intromisión de ningún poder del exterior sus asuntos internos, es cierto que ha sido también bandera de defensa de la integridad institucional.


En México, la autonomía fue elevada a rango constitucional, precisamente para que las comunidades académicas de las universidades tuvieran la facultad de decidir la forma de gobierno y el derecho de elegir a sus autoridades; este derecho constitucional no excluye de modo alguno una serie compromisos jurídicos, sociales y morales como la rendición de cuentas y la transparencia en el manejo de los recursos económicos y materiales, los cuales aquellas están obligadas a cumplir de manera puntual e irrestricta.


Tengo la convicción de que la autonomía es un derecho pero sobre todo una responsabilidad. Como he sostenido en otros momentos, el autogobierno en las universidades debe estar basado en la eficiencia, en la calidad académica, en el compromiso social y en un elevado sentido de la ética de la responsabilidad.


Desde esa perspectiva, contiene un ingrediente moral ineludible. Éste se asume de forma práctica cuando se cumplen las funciones sustantivas de la universidad, cuando se lleva a cabo un programa académico, de investigación, en el momento en el que se gestionan y administran los recursos de la sociedad, y que el Estado les transfiere.


La autonomía es por ello mismo un ejercicio de moral cuando se defiende el derecho de la universidad a nombrar a sus propias autoridades. Eso es justamente lo que hicieron las universidades Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y la Universidad de Guadalajara, ante el poder judicial de la Federación. Al amparo del Artículo Tercero de la Constitución, ambas casas de estudio protegieron la autonomía y el derecho de los universitarios de nombrar a su albedrío a sus representantes, y a darse sus propios esquemas de desarrollo con el fin de fortalecerse académica y socialmente.

Autonomía y financiamiento


En esto último creo que se debe insistir. Muy pocos consideran ya a la autonomía como un privilegio o como una patente para cometer arbitrariedades, y esos pocos, por cierto, no son sectores pertenecientes a las comunidades académicas, sino a grupos de presión que buscan utilizarla para fines ajenos a la propia universidad.


La autonomía infiere, por lo tanto, en la responsabilidad moral de su ejercicio –y por convicción política de los propios universitarios– no sólo la tarea de cumplir con normas y prácticas de transparencia y rendición de cuentas, sino la de llevar a cabo programas y acciones de política universitaria que conduzcan a las casas de estudio a mejores niveles académicos.


Acechada de distintas formas y con nuevas modalidades, con nuevos retos y nuevos problemas, la universidad autónoma y pública ha desarrollado en su propio cuerpo institucional, un mecanismo de defensa que es el planteamiento programático estratégico fundado en la calidad académica, la pertinencia y el compromiso social.


Entre otras, la Universidad Veracruzana ha añadido a ese mecanismo estratégico la innovación, la sustentabilidad y la internacionalización. Los énfasis dependen de cada una de las casas de estudio. Atienden sus condiciones históricas, a factores demográficos, de política interna, a sus tradiciones académicas y culturales y aún a su entorno político.


Esto lo han hecho muy bien las universidades públicas de México. Por eso son mejores que antes. Por eso cuentan con más investigadores en el SNI, con más posgrados en el padrón del Conacyt, con más profesores de tiempo completo, o sea, sus niveles de desarrollo cuantitativo y cualitativo hoy son más altos que hace diez años.


Como representante de las universidades públicas en el Consejo Nacional de la ANUIES, he señalado que el tratamiento del tema del presupuesto federal para la educación superior pública, debe recompensar estos logros, fruto, sin duda, del enorme esfuerzo de los académicos y estudiantes de las instituciones.


Adicionalmente, y por dichas razones, ha sido una preocupación de nuestra parte evitar que el “forcejeo” –para llamarle de algún modo a las acciones que anualmente éstas tienen que realizar para conseguir los recursos que requieren– sirva de pretexto para socavar la autonomía universitaria. Impedir, en efecto, que no lo sea entonces, pero también que no lo sea cuando los presupuestos y los fondos aprobados por la Cámara sean aplicados.


Esta semana, en la prestigiada e histórica Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, con motivo de la reunión del Consejo de Universidades Públicas e Instituciones Afines (CUPIA), los rectores y los representantes de las universidades públicas, tendrán la oportunidad de revisar y analizar con seriedad y responsabilidad estas y otras experiencias sobre la autonomía universitaria. Estoy seguro que lo harán bajo la premisa de preservarla y consolidarla.


* Rector de la Universidad Veracruzana


Artículo reproducido con la autorización del autor.

lunes, 16 de noviembre de 2009

El pacto de Fidel Herrera

Raúl Arias Lovillo*

El país requiere de los otros, de nosotros, porque la nación es de todos. Así se puede entender el mensaje del gobernador de Veracruz Fidel Herrera. Su discurso incluyente y propositivo pronunciado ayer con motivo de su V Informe de Resultados, estoy seguro que va a tener repercusiones políticas nacionales.


En Boca del Río, ayer 15 de noviembre, en la perspectiva del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución Mexicana, el Gobernador convocó a todas las fuerzas económicas, políticas y sociales, sin distingo de partido o de ideología, a impulsar un pacto renovado o un acuerdo fortalecido.


En ese sentido, la verdad es que se puede decir que su V Informe de Resultados fue un discurso de excepción, el cual habrá de ser analizado con más cuidado y detalle. Pero como ciudadano y como rector de la Universidad Veracruzana, me ha despertado inquietudes y reflexiones que de botepronto quiero compartir con ustedes.


Me concreto al discurso pronunciado en Veracruz ante la opinión pública veracruzana y del país, en un auditorio en el que estaban presentes los principales personajes de la clase política de su partido, el PRI.

Ante los barones y dirigentes de su partido, ante la presidenta Beatriz Paredes, el Gobernador veracruzano dijo palabras como las siguientes: “No es posible sostener un centralismo federalizado, ni una federación feudalizada. Convoquemos ya, a una Convención Nacional Hacendaria para una auténtica Reforma Integral fiscal”. Palabras comprometidas, como se puede notar, y de alta consideración política.


O sea, a la necesidad de establecer un pacto renovado y fortalecido para superar los graves problemas económicos y sociales que nos aquejan, el Gobernador le dio el sustento con una propuesta de reforma de calado profundo.


Se hace eco, por cierto, de lo que muchos sectores han demandado en los últimos tiempos.

Nosotros mismos, los miembros de la comunidad universitaria nacional, hemos insistido en la necesidad de llevar a cabo una reforma hacendaria a fondo, que permita acabar con la crisis fiscal del Estado, ésta que ha venido afectando terriblemente el desarrollo de la educación superior y la investigación científica en México.


Es obvio que los planteamientos de Fidel Herrera, en el entorno que se hicieron, tendrán un efecto político múltiple, y ya vendrán los comentarios de los especialistas a revelarnos su significado. Y en lo obvio de esos efectos es que las propuestas del gobernador Fidel Herrera irán más allá de lo local, más allá de su sexenio, lo cual nos anuncia también que a partir de ahora, Veracruz va a concentrar cada vez más la atención de la opinión pública nacional. Si ya somos un estado de moda, ahora lo seremos más.


En términos del contenido del Informe, los resultados logrados por su gobierno, podrían parecer como el argumento que le da derecho a elevar una convocatoria de esta dimensión y a colocar a Veracruz en el centro de la atención del país. No es así necesariamente.


La plataforma productiva construida en estos años, el clima de trabajo del estado, la recuperación de sectores de la economía veracruzana deprimida y en situaciones de crisis como el azúcar y el café, la obra de infraestructura realizada, la atención concreta a los problemas de la gente, la generación de empleo, entre otros de los logros, nos hablan de una apreciación social que mucha gente comparte respecto del Gobernador, incluidos sus adversarios.


Preciso lo que quiero decir: todos los presentes con un mínimo de sensibilidad social, pusieron atención especial en algo que expresó Fidel: los próximos 365 días, las próximas 8,760 horas, afirmó con coraje, con decisión, las va a dedicar a los menos favorecidos. Vocación social innata, compromiso con el origen, responsabilidad política, actitud genuina, lo que sea, lo cierto, es que fue una frase bien pensada y mejor apreciada por la gente.


El Gobernador convocó a todas las fuerzas. Llamó a seguir trabajando por Veracruz. Hasta el último momento de su mandato. Estoy cierto que la gente va a estar allí.


* Rector de la Universidad Veracruzana.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Un proyecto estratégico


Raúl Arias Lovillo*

Hace cinco años la Universidad Veracruzana se comprometió con las necesidades y retos de productores e instituciones involucradas en los sectores agrícola, forestal y de conservación de la biodiversidad.


El 24 de septiembre de 2004 creó el Laboratorio de Biotecnología y Ecología Aplicada (Labioteca), hoy conocido como Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada (Inbioteca). Se trata de un proyecto estratégico de investigación y de vinculación social que nos permite estar a la vanguardia de disciplinas fundamentales para la preservación y desarrollo de los recursos naturales del país y de la región.


Es un proyecto pionero y visionario en México por integrar ambas disciplinas en un solo proyecto: el Inbioteca rompió el esquema que precedía a todos los demás organismos que primero se crearon como institutos de Biotecnología y posteriormente integraron la Ecología o viceversa.


Con la investigación científica que el Inbioteca desarrolla, la Universidad Veracruzana protege y mejora de los productos que se comercializan en los cinco estados donde tiene presencia: Tabasco, Jalisco, Chiapas, Yucatán y, por supuesto, Veracruz. Se benefician del trabajo de nuestros investigadores las comunidades del Cofre de Perote, San Juan del Monte, Coyopolan, Álamo, los Tuxtlas, Xalapa-Teocelo, Monte Blanco, Orizaba, Tlalnehuayocan, La Mancha y Acajete.


Dos Cuerpos Académicos, el de Ecología y Conservación de la Biodiversidad Forestal –que ya es consolidado– y el de Biotecnología Aplicada a la Ecología y Sanidad Vegetal –que se encuentra en formación–, son líderes nacionales en materia de bioinsecticidas, diversidad genética, cambio climático, bactericidas, fungicidas, vitroplántulas, demografía, banco de semillas, y otros temas no menos importantes.


Constituye una iniciativa plausible del Instituto ingresar al campo de estudio de los transgénicos, porque como institución educativa tenemos la obligación de estar atentos a temas cuyas implicaciones científicas, económicas y sociales nos afectan.


Ocho doctores y cuatro maestros en Ciencias del Inbioteca –estos últimos en breve obtendrán el grado de doctor– suman 47 artículos científicos publicados en revistas indexadas, tres libros, 10 capítulos de libros, y han contribuido a más de una veintena de tesis de licenciatura y posgrado. Sin duda se trata de un trabajo cualitativo y cuantitativo de alto nivel.


Los trabajos de investigación del Inbioteca sobre una especie de plátano y sus hojas, frijol, papa, nopales, el uso de lombrices para beneficiar a las plantas, magnolias en peligro de extinción, hongos y bacterias que causan la necrosis del chayote, además de que generan en forma continua conocimientos e insumos de alto valor técnico y científico, permiten que nuestros académicos se encaminen positivamente a ingresar al Sistema Nacional de Investigadores y a formar parte de la plantilla con reconocimiento del Programa de Mejoramiento del Profesorado (Promep).


Precisamente por el prestigio y la calidad de sus investigaciones, nuestro Instituto sostiene vínculos con instituciones de educación superior e investigación como la UNAM, la Universidad de Guadalajara, el Cinvestav del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el Colegio de Posgraduados, el Instituto de Ecología, la Universidad Autónoma del Estado de México, la de Hidalgo, y otras especializadas en el tema.


Reitero: se trata de un cuerpo académico de excelencia que merece el reconocimiento de todos los universitarios, pues en poco tiempo han logrado demostrar una alta producción académica. También es justo reconocer que mucho de lo expuesto no habría sido posible sin el trabajo y la atinada dirección del fundador de este instituto, el Dr. Lázaro Rafael Sánchez Velásquez, egresado de la Facultad de Biología de la UV cuya experiencia de más de 20 años en investigación sobre Ecología Forestal y Conservación de la Biodiversidad es uno de los pilares más sólidos del Inbioteca.


Con él al frente, Inbioteca ha acuñado una filosofía en su quehacer científico que se puede plantear desde la UV para el país: “Nada se hace sin el trabajo continuo, solamente podemos crecer cuando de por medio está el compromiso con el trabajo”. Totalmente cierto.


Más allá de las condiciones en que se encuentra el país, me parece fundamental que una consigna de esta naturaleza surja desde una universidad. Nuestro compromiso es conectar nuestros conocimientos y nuestras técnicas con la vida misma, esto es, con las necesidades de la sociedad: no sólo se trata de crear grandes productos académicos sino de que estos sirvan para impulsar el desarrollo sustentable y justo de nuestras comunidades. Por eso sostengo que esta filosofía que impulsa el Inbioteca es el camino por el que debemos seguir en la UV.


Por sus objetivos y su propia naturaleza, el instituto es fundamental en sí mismo; pero también lo es para la Universidad Veracruzana y para Veracruz. La rica biodiversidad con la que contamos, y el hecho de que el Inbioteca pueda realizar investigación de frontera, nos abren un gran espacio en nuestra trayectoria hacia el futuro.


Es, como se suele decir de aquellos programas que abren camino, un buque insignia de nuestro gran proyecto universitario. Decir que me siento orgulloso como universitario UV, es poco. Además de ello, su ejemplo de dedicación y su honestidad intelectual, nos sirven de ejemplo, fortalecen y estimulan nuestro ánimo para seguir luchando, día a día, sin tregua ni descanso, por hacer de nuestra Universidad Veracruzana un baluarte indiscutible del saber y el compromiso social.


* Rector de la Universidad Veracruzana

Artículo publicado con el permiso del autor