lunes, 14 de diciembre de 2009

Mapa de la quema

Hola!!

Les pongo aquí en mapa del salón donde va a ser la quema, caigan temprano, desde las 7:30 arranca la fiesta!!

Los pases los estaremos repartiendo en las mañanas, martes y miércoles de 11 a 13 en las escaleras de la Facultad.




Ver Jalapa, Veracruz-Llave en un mapa ampliado

domingo, 13 de diciembre de 2009

La Universidad Veracruzana y el 2010

Raúl Arias Lovilo*

Este año que culmina ha sido especialmente intenso en la Universidad Veracruzana. Diría que 2009 ha sido un año fructífero al mismo tiempo que de grandes momentos políticos institucionales.

Llevamos a cabo importantes eventos al interior de nuestros campus. El Festival de la Lectura (Felectur), la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU), el Simposio de Otoño, los doctorados Honoris Causa a Ernesto Cardenal y Eduardo Galeano, el “Foro Universitario: construyendo juntos nuestro futuro”, el Congreso de Investigación Educativa, las reuniones de trabajo de los académicos de todos las regiones en el Proyecto Aula, son algunas de la gran cantidad de actividades organizadas por facultades y centros, por cuerpos académicos y por estudiantes, y que nos hablan de una comunidad ansiosa de desarrollar al máximo sus potencialidades intelectuales, culturales y políticas.

El día de hoy tendremos la última reunión del Consejo Universitario General de 2009. Tenemos una agenda como siempre importante que regula nuestras responsabilidades y atiende los planteamientos de la comunidad. Hoy será igual.

Tendré oportunidad, lógicamente, de hacer una reflexión más amplia de lo que este espacio me permite. Pero aquí trataré de resumir una parte. Por supuesto, voy a informar de las más recientes actividades que hemos llevado a cabo, y hablaré del tema que aquí abordé la semana pasada, o sea, el nombramiento de la presidencia de la Organización Interamericana de Universidades a nuestra casa de estudios, la cual recibí en su nombre en la Universidad de Loja en Ecuador hace tres semanas.

La última reunión en ANUIES

Asimismo, en esta reunión de Consejo Universitario General, voy a comentar la reunión ordinaria del Consejo Nacional de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), celebrada en la ciudad de México apenas la semana pasada.

Me tocó presidirla por razones estatutarias, pero lo importante es que ahí, se reconoció el papel que la Universidad Veracruzana (UV) ha desempeñado para impulsar el gran proyecto del Espacio Común de Educación Superior de las Américas, con la participación de las universidades americanas y el apoyo de las españolas.

No exagero al decir que se trató de una reunión especial porque fue la primera ocasión en que un Secretario de Educación asiste a un acto de esta naturaleza. Además, estuvieron presentes los representantes de todas las universidades públicas y privadas que conforman la ANUIES, los diputados José Trinidad Padilla y Reyes Tamez Guerra; el director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Juan Carlos Romero Hicks.

En la reunión se entregó sendos reconocimientos a dos miembros del Consejo Nacional que dejaron sus funciones: José Antonio González Treviño, ex rector de la Universidad Autónoma de Nuevo León y hoy secretario de Educación de su estado, y a Enrique Villa Rivera, quien recién concluyó sus funciones como director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Pero, además, uno de los aspectos que se destacaron en la reunión fue el reconocimiento que se hizo a las comisiones de Educación y de Ciencia y Tecnología por su apoyo la educación superior en México.

No se puede soslayar el hecho de que el aumento al presupuesto para 2010, por mínimo que sea, se logró gracias al papel comprometido de los 30 diputados de todos los partidos en la Comisión, quienes siempre tuvieron como prioridad la defensa de la educación superior.

El hecho es que se logró revertir en un 12 por ciento lo que fue en su momento la iniciativa enviada por el Poder Ejecutivo Federal a la Cámara de Diputados, lo cual nos pareció correcto reconocer por parte de los rectores ahí reunidos.

Por cierto, en su oportunidad, el Secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, mencionó que el Poder Ejecutivo Federal envió la propuesta de presupuesto cuando todavía el presupuesto de ingresos no se había incrementado, y reconoció el incremento del 5.2 por ciento que logramos, aún cuando eso representa una centésima con respecto del Producto Interno Bruto (PIB), fue importante. Pasamos de un 0.66 por ciento a un 0.67 por ciento del PIB.

En realidad, gracias al consenso que la ANUIES logró con las distintas fuerzas políticas, fue posible revertir en un 12 por ciento lo que fue en su momento la iniciativa enviada por el Poder Ejecutivo Federal a la Cámara de Diputados, pues partimos de un incremento de 78 mil millones de pesos y logramos 85 mil millones de pesos.

UV y su compromiso con la educación superior de calidad

Todo esto que durante parte del año tuvimos que enfrentar, tiene que ver con nuestra vida interna. El financiamiento tal vez modula en algo nuestras políticas, regula aspectos cuantitativos, pero en nada afecta sustancialmente nuestra política institucional, ésa que hace descansar sus metas y objetivos en los académicos.

Ejemplo de ello fue la entrega de los estímulos a los profesores que cumplieron con el perfil deseable del Programa de Mejoramiento del Profesorado (Promep), la semana pasada.

Tengo que decir que el incremento tan destacado en el número de profesores con perfil Promep, el número de miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), en el mejoramiento de la calidad de nuestros programas educativos, la pertinencia de nuestra investigación científica, tecnológica y humanística, la consolidación de los cuerpos académicos, es sin duda el resultado de una política basada en el compromiso con la calidad, compromiso que es el sello de herrar, que debe serlo, de toda universidad pública.

Por eso me resulta satisfactorio, a la vez que estimulante, saber que nuestra fuerza académica está cada vez más comprometida con la UV. No tengo la menor duda que lo realizado y lo que está por realizarse en nuestra casa de estudios, tiene en los académicos y los estudiantes a sus principales baluartes. Ellos son la fuerza principal de la Universidad Veracruzana, y a ellos hemos apelado y apelaremos para seguir adelante en la construcción de la gran institución que todos queremos.

A todos, a estudiantes y académicos, a los trabajadores, a los funcionarios de mi administración, el día de hoy en el Consejo Universitario General les voy a reiterar mi agradecimiento por su apoyo manifiesto ante la Honorable Junta de Gobierno, para que ésta tomara la determinación de elegirme para un segundo periodo rectoral. A ustedes, lectores de mi columna semanal, por su apoyo moral, también muchas gracias.

La reunión de Consejo Universitario General de este día, nos ofrece también la oportunidad para marcar los lineamientos institucionales de 2010. Vamos esbozar las orientaciones y acciones programáticas que presentaré a la Honorable Junta de Gobierno, con la que me reuní el pasado viernes.

Asimismo, voy a dejar constancia de mi confianza firme e inquebrantable en la comunidad universitaria; reiteraré mi agradecimiento personal e institucional a todos los universitarios, y refrendaré mi compromiso irreductible con los objetivos de nuestro proyecto universitario. De ello, dejamos constancia plena en 2009.

Y en 2010, que deseo sinceramente venturoso, pleno de salud y felicidad para todos los universitarios y para cada de uno de ustedes, queridos lectores, volverá a ser nuestra meta y nuestra divisa moral. Feliz Navidad y muy Feliz Año Nuevo.

*Rector de la Universidad Veracruzana.
Nota. Este artículo semanal volverá a aparecer el próximo 11 de enero de 2010.

El presente artículo es publicado en este blog bajo la autorización del autor.

domingo, 6 de diciembre de 2009

En la OUI. Nuevas responsabilidades internacionales de la UV

Raúl Arias Lovillo*

El 27 de noviembre, en la XXVIII reunión de la asamblea general de la Organización Universitaria Interamericana (OUI), se otorgó a la Universidad Veracruzana, representada por el que esto escribe, la Presidencia del organismo universitario más importante y numeroso del Continente Americano.

El acontecimiento se produjo en la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), Ecuador, en el marco del I Congreso CAMPUS, “Construyendo Espacios Comunes de Educación Superior”.

La elección a favor de la Universidad Veracruzana fue con el voto unánime de la asamblea general de la organización de instituciones de educación superior más grande del continente.

En todos los sentidos se trata de una seria pero muy estimulante responsabilidad internacional; no sólo porque refleja el reconocimiento continental a nuestra institución, sino porque nos compromete en nuestros territorios académicos a trabajar más y mejor, y a consolidar y a ampliar los procesos de calidad, que fueron en realidad el sustento del voto de todas las afiliadas a la OUI a favor de la UV.

O sea, fueron la fortaleza académica y la solvencia moral de nuestra institución lo que nos colocó al frente de la OUI.

En la Asamblea, ante gran número de rectores y expertos de todo el continente, presentes funcionarios del gobierno de Ecuador, el Director General de Conacyt de México, José Carlos Romero Hicks, presidente honorario de la OUI, agradecí el nombramiento y asumí el compromiso de respetar los valores y consolidar los programas de la OUI, de impulsarla con mayor fuerza entre las instituciones del continente, de hacer más efectiva su presencia en las regiones, y de fortalecer y a ampliar sus vínculos con los organismos internacionales.

La OUI, programas y compromisos

Un nombramiento de este nivel, obliga necesariamente a definiciones frente al entorno educativo internacional y a expresar propuestas concretas ante los retos que la educación superior en concreto tiene que superar y resolver.

Para nadie pasa inadvertido que estos retos tiene un escollo adicional que es la situación económica internacional.

Crisis económica que se reconoce como la más profunda desde los años 20 del siglo pasado, pero que también se produce en un cambio de época que tiene un rasgo singular: la velocidad vertiginosa de las transformaciones que actualmente ocurren en la sociedad de conocimiento.

No obstante, como dirigentes de las universidades públicas del continente, no podemos perder de vista que también las crisis nos obligan a estimular la inteligencia, a impulsar el espíritu de cambio, y a aprender de ellas para superarlas. Y pronto, que no nos rezaguemos más en lo científico y lo tecnológico. Que evitemos, en suma, los riesgos de una atonía perniciosa que suele ocurrir a quienes se refugian en el individualismo posesivo y en la decadencia.

Contamos para ello con un espacio como la OUI, que hoy es más fuerte desde el punto de vista de sus estructuras y su implantación; es más numerosa y sus programas son más exitosos y eficaces. Los resultados de tres de los programas estratégicos, el Instituto de Gestión y Liderazgo Universitario (IGLU), el Colegio de las Américas (COLAM) y el programa CAMPUS, demuestran la integración comprometida de sus miembros, y permiten advertir los avances que se pueden alcanzar en los próximos años.

En este contexto, estoy convencido de que el germen de un nuevo modelo que transformaría de raíz la educación superior es el establecimiento de un espacio común para la educación superior. De ahí que un compromiso sea consolidar procesos como la internacionalización de la educación superior y trabajar en la vinculación docencia-investigación. Esa será una aportación real y concreta de las universidades a la situación de nuestro entorno continental.

En nuestro Plan de Trabajo tendrá un lugar especial el impulso del uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, la educación a distancia y la vinculación universidad-empresa, ampliaremos nuestra presencia en la Organización de Estados Americanos (OEA), porque de hacerlo así, podríamos constituirnos en el verdadero y más representativo interlocutor de la educación superior ante este organismo, capaz de sensibilizar a los tomadores de decisiones del continente en la necesidad de invertir en la educación superior, como el medio más seguro de retribuir de beneficios a la sociedad.

Sabemos que una relación firme con la OEA nos permitirá acordar convenios de colaboración a través de modelos probados de vinculación y colaboración de la universidad con las pequeñas empresas, los cuales hemos desarrollado en algunas universidades de la OUI.

Se trata, en suma, de un Plan de Trabajo que dará sustento e impulso a programas concretos, eficaces, socialmente sustentables, que conducirán a las instituciones de educación superior a crear las condiciones para alcanzar una real distribución social del conocimiento, con el fin de hacer de éste una palanca efectiva del desarrollo de nuestros países, regiones y comunidades.

Reconocer las diferencias en términos de cobertura, calidad, de créditos, y de movilidad de estudiantes y académicos entre los sistemas de educación superior, constituyen retos importantes que vamos a abordar en el corto plazo.

Pero estoy convencido que los desafíos de corto, mediano y largo plazo, los podemos superar. Iniciaremos esta labor por las naciones del continente, por sus pueblos y sus comunidades, unidas por la diversidad y la multiculturalidad.

LA OUI, una organización diversa y plural, que reúne a universidades de Las Américas

La OUI tiene a su contingente más numeroso en la región latinoamericana, en donde nuestros retos son más ingentes. Para América Latina la fuerza de los cambios es ineludible. No puede, y no debe, esperar a ver qué ocurre con el mundo desarrollado. Tiene que renovar su visión del mundo y, dentro de ella, el papel de sus universidades. Tiene que aprender a generar más conocimiento y a vincular, de manera realmente efectiva, el conocimiento con el desarrollo.

Tiene, por tanto, que continuar en la búsqueda de las mejores soluciones para el futuro de sus universidades. La definición del futuro de estas últimas depende ciertamente de la forma en que el mundo –y cada una de las naciones– salga de la actual crisis, pero también de la forma en que las universidades mismas respondan a diversas fuerzas que de tiempo atrás han venido incidiendo en su misión y en sus funciones.

Desde su fundación hace tres décadas, la OUI ha tenido como meta asumirse como un foro abierto y plural a la discusión y elaboración de acuerdos sobre la agenda educativa de nivel superior en nuestro continente.

Se ha empeñado en establecerse y consolidarse como un organismo que refuerza la capacidad de nuestras instituciones en la gestión, formación y capacitación de líderes universitarios, en la formación de redes de colaboración con fines académicos y de investigación, estimulados por las necesidades de una educación a lo largo de la vida y por la propia internacionalización.

Hoy podemos confirmar que este compromiso social y organizativo se ha hecho efectivo en la realidad; hemos visto que de manera creciente las instituciones contribuyen a que nuestros países, regiones y comunidades, logren un desarrollo sostenible y equitativo, así como un mejor desarrollo humano de sus ciudadanos.

Si sabemos de nuestros problemas y aplicamos nuestras potencialidades, unidos, podemos salir adelante. Se trata de acortar brechas uniendo esfuerzos y trabajando con dedicación y responsabilidad.

Eso vamos a intentar hacer al frente de la OUI. Unir, sumar y trabajar por hacer de la educación superior de nuestro continente una palanca del desarrollo sostenible de nuestras sociedades.

O sea, palabras todas ellas pronunciadas en Ecuador, equivalentes a la ética de los compromisos y responsabilidades al frente de la Universidad Veracruzana.

*Rector de la Universidad Veracruzana.
Artículo Publicado bajo la autorización del autor.

domingo, 29 de noviembre de 2009

En la UV: cultura del desempeño académico

Raúl Arias Lovillo*

La Universidad Veracruzana apostó por el desarrollo de sus académicos para llevar a cabo sus grandes transformaciones. El resultado es un cambio en la cultura académica y la elevación de la calidad y la capacidad de la comunidad de profesores e investigadores.

Hoy, la Universidad contrata al personal académico de acuerdo a las necesidades de desarrollo y fortalecimiento de nuestros programas educativos. Podemos decir que nuestro académico se ha consolidado como un protagonista central de la universidad que hace docencia, investigación, recrea y crea el arte; que instruye.

Nuestro académico, presente en distintos escenarios de la gestión educativa, va a convertirse muy pronto en un académico integral.

Este proceso que ha establecido la UV con esos propósitos, no tiene precedentes.

En efecto, la cultura del académico universitario ha transitado desde la idea -agotada por cierto- de que el nombramiento determinaba su función, hasta la visión actual en la que son las diferentes funciones académicas que requiere la institución las que lo determinan; proceso en el cual, la docencia, la generación y aplicación del conocimiento, la tutoría y la gestión, conforman el perfil integral deseable de nuestros académicos.

Este tránsito en la cultura del desempeño corresponde con el cambio de paradigma educativo que la UV ha impulsado desde la implementación del Modelo Educativo Integral y Flexible, junto con otros procesos de innovación que se han puesto en marcha en nuestra casa de estudios, en atención a los requerimientos derivados de nuestra propia experiencia.

En ese contexto las funciones mencionadas aparecen como un requerimiento natural para la formación integral, y de manera sobresaliente para el curriculum flexible y para el fortalecimiento de la investigación como la función imprescindible y articulada a la docencia.

El Programa de Estímulos
En este gran movimiento de cambio universitario, sin duda, uno de los instrumentos más importantes ha sido el Programa de Estímulos al Desempeño del Personal Académico (PEDPA), el cual, tuvo una transformación importante en su ejercicio 2007-2009. Hoy es más sencillo en su ejecución y los resultados reflejarán parte importante de la dinámica institucional.

Es importante recordar que se establecieron seis niveles, en los que están proyectados, además de las condiciones de desempeño que la institución impulsa, los referentes externos que también apoyan el perfil académico integral. Así, por ejemplo, un académico que obtiene nivel 3 en el PEDPA es equivalente al que obtiene el perfil deseable de PROMEP o es candidato en el SNI; quien alcanza el nivel 4 se compara al que obtuvo refrendo de PROMEP o nivel 1 del SNI; el nivel 5 es comparable a un nivel 2 del SNI y el nivel 6 al nivel 3 del Sistema Nacional de Investigadores.

Los objetivos académicos estratégicos prioritarios están ya establecidos: 1. Programas educativos de calidad reconocida; 2. Vida académica colegiada a través de la dinámica de los cuerpos académicos; 3. La formación integral de los estudiantes.

Estos objetivos se verán concretados, precisamente, en la medida que logremos que nuestros académicos alcancen el perfil académico integral. Con ello ganaremos todos, maestros, estudiantes y por supuesto nuestra institución.

Balance de resultados
Los resultados del ejercicio 2007-2009 que en breve se anunciarán, son consecuencia del esfuerzo colectivo de las diferentes estructuras académicas involucradas. Intervienen los consejos técnicos de cada entidad y se considera la evaluación semestral que realizan los estudiantes sobre el desempeño de sus docentes.

Estos resultados reflejan el avance alcanzado institucionalmente en el impulso al nuevo perfil académico y la proyección para alcanzar mejores resultados.

La participación de los académicos en estos programas no es aislada: refleja las condiciones de las entidades, los programas educativos y las funciones universitarias; nos hemos propuesto que corresponda a la planeación de nuestras metas institucionales, a los programas universitarios y a los requerimientos de cada programa educativo; en ello, los órganos colegiados tienen una responsabilidad fundamental ya que su participación legitima tanto el esfuerzo individual como el colectivo, pues el impacto en la formación de los estudiantes y la proyección, se verá reflejada en el desarrollo de la institución y en los beneficios que proporcione a la sociedad en su conjunto. Esa es la mejor evaluación.

Por otra parte, seguiremos con esta tendencia en la versión 2009-2011 del PEDPA para la que estamos convocando a los académicos de base de nuestra Universidad.

Parto de la creencia de que aquellos que participaron en el ejercicio anterior, conocen muy bien las fortalezas y debilidades en el desempeño de sus funciones académicas las cuales serán reflejadas y potenciadas por la iniciativa personal de los académicos.

De igual forma, se espera que cada entidad impulse a partir de sus planes de desarrollo la dinámica de sus cuerpos académicos. Se trata de que los directivos impulsen nuestro esquema de desarrollo académico, promoviendo que cada vez más miembros de la comunidad se involucren en la vida académica y su constante evaluación, y en consecuencia obtengan el reconocimiento institucional y los estímulos correspondientes.

El financiamiento
Para nosotros, desde la administración de la Universidad, constituye un esfuerzo financiero muy serio conseguir los recursos para continuar estimulando a quienes han demostrado con su trabajo ser los mejores académicos universitarios.

Nadie se salva de la situación provocada por la crisis y creo que es perfectamente comprensible por todos. Lo que sí quiero enfatizar es que seguiremos haciendo nuestro mejor esfuerzo para obtener los recursos de fuentes externas y de ahorros internos. Vale la pena -y lo digo sinceramente- reconocer el esfuerzo y el compromiso académico de calidad. Vale entonces, también, que quienes lo obtienen, reconozcan y asuman el esfuerzo de la institución que apuesta todo por ellos.

Por cierto, por primera ocasión la UV reconoce por separado el esfuerzo de los académicos y los ejecutantes por un referente común: la formación integral de nuestros estudiantes.

Lo reitero: seguiremos impulsando a los académicos para obtener reconocimientos externos o sus equivalentes en lo interno; apostamos por programas educativos reconocidos por su calidad y por los cuerpos académicos consolidados.

Por último, convocó a que todos encontremos en el Programa de Estímulos la herramienta académica para impulsar los cambios y las transformaciones necesarias para el beneficio de nuestros estudiantes y de la sociedad en su conjunto.

En la Universidad el rumbo está claro; no habrá desarrollo académico personal y colectivo que no sea reconocido, no habrá desarrollo de la Universidad Veracruzana sino es a través del avance de su claustro.

Ese debe ser el compromiso de todos.

*Rector de la Universidad Veracruzana

Artículo publicado con autorización del autor.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Autonomía y Financiamiento


Raúl Arias Lovillo*

La fracción séptima del Artículo Tercero de la Constitución establece:


“Las universidades y las demás instituciones de educación superior a las que la ley otorgue autonomía, tendrán la facultad y responsabilidad de gobernarse a sí mismas; realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la cultura de acuerdo a los principios de este artículo, respetando la libertad de cátedra e investigación y de libre examen y discusión de las ideas; determinarán sus planes y programas; fijarán los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal académico; y administrarán su patrimonio. Las relaciones laborales, tanto del personal académico como el administrativo, se normarán por el apartado A del Artículo 123 de esta Constitución, en los términos y con las modalidades que establezca la Ley Federal del Trabajo conforme a las características propias de un trabajo especial, de manera que concuerden con la autonomía, la libertad de cátedra e investigación y los fines de las instituciones a que esta fracción se refiere”…


Asimismo, la fracción tercera y la cuarta del propio Artículo Tercero Constitucional, fijan la gratuidad de la enseñanza y el compromiso del Estado mexicano de apoyar a la educación superior y la investigación científica. Es decir, en el cumplimiento de sus funciones sustantivas de docencia, investigación y difusión de la cultura, las universidades públicas se basan en el régimen de autonomía, y reciben del Estado, esto es, de la federación, los gobiernos estatales y los municipios, los recursos necesarios para el desarrollo de dichas funciones.


Esta son, sin equívocos, la literalidad de la norma y el espíritu de la misma, los elementos con los que se conforma el marco legal de la mayoría de las universidades públicas de México. Es, de muchas maneras, una conquista universitaria y el resultado de un largo proceso de la vida política y educativa nacional que ha involucrado las luchas de la universidad mexicana. Un triunfo de la razón y de la libertad académica y científica, también.


El principio de la autonomía ha acompañado a las universidades de América Latina desde principios del siglo pasado. Siendo un valor universitario que encarna la libertad de su comunidad para autogobernarse, definir sus programas académicos y regular sin intromisión de ningún poder del exterior sus asuntos internos, es cierto que ha sido también bandera de defensa de la integridad institucional.


En México, la autonomía fue elevada a rango constitucional, precisamente para que las comunidades académicas de las universidades tuvieran la facultad de decidir la forma de gobierno y el derecho de elegir a sus autoridades; este derecho constitucional no excluye de modo alguno una serie compromisos jurídicos, sociales y morales como la rendición de cuentas y la transparencia en el manejo de los recursos económicos y materiales, los cuales aquellas están obligadas a cumplir de manera puntual e irrestricta.


Tengo la convicción de que la autonomía es un derecho pero sobre todo una responsabilidad. Como he sostenido en otros momentos, el autogobierno en las universidades debe estar basado en la eficiencia, en la calidad académica, en el compromiso social y en un elevado sentido de la ética de la responsabilidad.


Desde esa perspectiva, contiene un ingrediente moral ineludible. Éste se asume de forma práctica cuando se cumplen las funciones sustantivas de la universidad, cuando se lleva a cabo un programa académico, de investigación, en el momento en el que se gestionan y administran los recursos de la sociedad, y que el Estado les transfiere.


La autonomía es por ello mismo un ejercicio de moral cuando se defiende el derecho de la universidad a nombrar a sus propias autoridades. Eso es justamente lo que hicieron las universidades Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y la Universidad de Guadalajara, ante el poder judicial de la Federación. Al amparo del Artículo Tercero de la Constitución, ambas casas de estudio protegieron la autonomía y el derecho de los universitarios de nombrar a su albedrío a sus representantes, y a darse sus propios esquemas de desarrollo con el fin de fortalecerse académica y socialmente.

Autonomía y financiamiento


En esto último creo que se debe insistir. Muy pocos consideran ya a la autonomía como un privilegio o como una patente para cometer arbitrariedades, y esos pocos, por cierto, no son sectores pertenecientes a las comunidades académicas, sino a grupos de presión que buscan utilizarla para fines ajenos a la propia universidad.


La autonomía infiere, por lo tanto, en la responsabilidad moral de su ejercicio –y por convicción política de los propios universitarios– no sólo la tarea de cumplir con normas y prácticas de transparencia y rendición de cuentas, sino la de llevar a cabo programas y acciones de política universitaria que conduzcan a las casas de estudio a mejores niveles académicos.


Acechada de distintas formas y con nuevas modalidades, con nuevos retos y nuevos problemas, la universidad autónoma y pública ha desarrollado en su propio cuerpo institucional, un mecanismo de defensa que es el planteamiento programático estratégico fundado en la calidad académica, la pertinencia y el compromiso social.


Entre otras, la Universidad Veracruzana ha añadido a ese mecanismo estratégico la innovación, la sustentabilidad y la internacionalización. Los énfasis dependen de cada una de las casas de estudio. Atienden sus condiciones históricas, a factores demográficos, de política interna, a sus tradiciones académicas y culturales y aún a su entorno político.


Esto lo han hecho muy bien las universidades públicas de México. Por eso son mejores que antes. Por eso cuentan con más investigadores en el SNI, con más posgrados en el padrón del Conacyt, con más profesores de tiempo completo, o sea, sus niveles de desarrollo cuantitativo y cualitativo hoy son más altos que hace diez años.


Como representante de las universidades públicas en el Consejo Nacional de la ANUIES, he señalado que el tratamiento del tema del presupuesto federal para la educación superior pública, debe recompensar estos logros, fruto, sin duda, del enorme esfuerzo de los académicos y estudiantes de las instituciones.


Adicionalmente, y por dichas razones, ha sido una preocupación de nuestra parte evitar que el “forcejeo” –para llamarle de algún modo a las acciones que anualmente éstas tienen que realizar para conseguir los recursos que requieren– sirva de pretexto para socavar la autonomía universitaria. Impedir, en efecto, que no lo sea entonces, pero también que no lo sea cuando los presupuestos y los fondos aprobados por la Cámara sean aplicados.


Esta semana, en la prestigiada e histórica Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, con motivo de la reunión del Consejo de Universidades Públicas e Instituciones Afines (CUPIA), los rectores y los representantes de las universidades públicas, tendrán la oportunidad de revisar y analizar con seriedad y responsabilidad estas y otras experiencias sobre la autonomía universitaria. Estoy seguro que lo harán bajo la premisa de preservarla y consolidarla.


* Rector de la Universidad Veracruzana


Artículo reproducido con la autorización del autor.

lunes, 16 de noviembre de 2009

El pacto de Fidel Herrera

Raúl Arias Lovillo*

El país requiere de los otros, de nosotros, porque la nación es de todos. Así se puede entender el mensaje del gobernador de Veracruz Fidel Herrera. Su discurso incluyente y propositivo pronunciado ayer con motivo de su V Informe de Resultados, estoy seguro que va a tener repercusiones políticas nacionales.


En Boca del Río, ayer 15 de noviembre, en la perspectiva del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución Mexicana, el Gobernador convocó a todas las fuerzas económicas, políticas y sociales, sin distingo de partido o de ideología, a impulsar un pacto renovado o un acuerdo fortalecido.


En ese sentido, la verdad es que se puede decir que su V Informe de Resultados fue un discurso de excepción, el cual habrá de ser analizado con más cuidado y detalle. Pero como ciudadano y como rector de la Universidad Veracruzana, me ha despertado inquietudes y reflexiones que de botepronto quiero compartir con ustedes.


Me concreto al discurso pronunciado en Veracruz ante la opinión pública veracruzana y del país, en un auditorio en el que estaban presentes los principales personajes de la clase política de su partido, el PRI.

Ante los barones y dirigentes de su partido, ante la presidenta Beatriz Paredes, el Gobernador veracruzano dijo palabras como las siguientes: “No es posible sostener un centralismo federalizado, ni una federación feudalizada. Convoquemos ya, a una Convención Nacional Hacendaria para una auténtica Reforma Integral fiscal”. Palabras comprometidas, como se puede notar, y de alta consideración política.


O sea, a la necesidad de establecer un pacto renovado y fortalecido para superar los graves problemas económicos y sociales que nos aquejan, el Gobernador le dio el sustento con una propuesta de reforma de calado profundo.


Se hace eco, por cierto, de lo que muchos sectores han demandado en los últimos tiempos.

Nosotros mismos, los miembros de la comunidad universitaria nacional, hemos insistido en la necesidad de llevar a cabo una reforma hacendaria a fondo, que permita acabar con la crisis fiscal del Estado, ésta que ha venido afectando terriblemente el desarrollo de la educación superior y la investigación científica en México.


Es obvio que los planteamientos de Fidel Herrera, en el entorno que se hicieron, tendrán un efecto político múltiple, y ya vendrán los comentarios de los especialistas a revelarnos su significado. Y en lo obvio de esos efectos es que las propuestas del gobernador Fidel Herrera irán más allá de lo local, más allá de su sexenio, lo cual nos anuncia también que a partir de ahora, Veracruz va a concentrar cada vez más la atención de la opinión pública nacional. Si ya somos un estado de moda, ahora lo seremos más.


En términos del contenido del Informe, los resultados logrados por su gobierno, podrían parecer como el argumento que le da derecho a elevar una convocatoria de esta dimensión y a colocar a Veracruz en el centro de la atención del país. No es así necesariamente.


La plataforma productiva construida en estos años, el clima de trabajo del estado, la recuperación de sectores de la economía veracruzana deprimida y en situaciones de crisis como el azúcar y el café, la obra de infraestructura realizada, la atención concreta a los problemas de la gente, la generación de empleo, entre otros de los logros, nos hablan de una apreciación social que mucha gente comparte respecto del Gobernador, incluidos sus adversarios.


Preciso lo que quiero decir: todos los presentes con un mínimo de sensibilidad social, pusieron atención especial en algo que expresó Fidel: los próximos 365 días, las próximas 8,760 horas, afirmó con coraje, con decisión, las va a dedicar a los menos favorecidos. Vocación social innata, compromiso con el origen, responsabilidad política, actitud genuina, lo que sea, lo cierto, es que fue una frase bien pensada y mejor apreciada por la gente.


El Gobernador convocó a todas las fuerzas. Llamó a seguir trabajando por Veracruz. Hasta el último momento de su mandato. Estoy cierto que la gente va a estar allí.


* Rector de la Universidad Veracruzana.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Un proyecto estratégico


Raúl Arias Lovillo*

Hace cinco años la Universidad Veracruzana se comprometió con las necesidades y retos de productores e instituciones involucradas en los sectores agrícola, forestal y de conservación de la biodiversidad.


El 24 de septiembre de 2004 creó el Laboratorio de Biotecnología y Ecología Aplicada (Labioteca), hoy conocido como Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada (Inbioteca). Se trata de un proyecto estratégico de investigación y de vinculación social que nos permite estar a la vanguardia de disciplinas fundamentales para la preservación y desarrollo de los recursos naturales del país y de la región.


Es un proyecto pionero y visionario en México por integrar ambas disciplinas en un solo proyecto: el Inbioteca rompió el esquema que precedía a todos los demás organismos que primero se crearon como institutos de Biotecnología y posteriormente integraron la Ecología o viceversa.


Con la investigación científica que el Inbioteca desarrolla, la Universidad Veracruzana protege y mejora de los productos que se comercializan en los cinco estados donde tiene presencia: Tabasco, Jalisco, Chiapas, Yucatán y, por supuesto, Veracruz. Se benefician del trabajo de nuestros investigadores las comunidades del Cofre de Perote, San Juan del Monte, Coyopolan, Álamo, los Tuxtlas, Xalapa-Teocelo, Monte Blanco, Orizaba, Tlalnehuayocan, La Mancha y Acajete.


Dos Cuerpos Académicos, el de Ecología y Conservación de la Biodiversidad Forestal –que ya es consolidado– y el de Biotecnología Aplicada a la Ecología y Sanidad Vegetal –que se encuentra en formación–, son líderes nacionales en materia de bioinsecticidas, diversidad genética, cambio climático, bactericidas, fungicidas, vitroplántulas, demografía, banco de semillas, y otros temas no menos importantes.


Constituye una iniciativa plausible del Instituto ingresar al campo de estudio de los transgénicos, porque como institución educativa tenemos la obligación de estar atentos a temas cuyas implicaciones científicas, económicas y sociales nos afectan.


Ocho doctores y cuatro maestros en Ciencias del Inbioteca –estos últimos en breve obtendrán el grado de doctor– suman 47 artículos científicos publicados en revistas indexadas, tres libros, 10 capítulos de libros, y han contribuido a más de una veintena de tesis de licenciatura y posgrado. Sin duda se trata de un trabajo cualitativo y cuantitativo de alto nivel.


Los trabajos de investigación del Inbioteca sobre una especie de plátano y sus hojas, frijol, papa, nopales, el uso de lombrices para beneficiar a las plantas, magnolias en peligro de extinción, hongos y bacterias que causan la necrosis del chayote, además de que generan en forma continua conocimientos e insumos de alto valor técnico y científico, permiten que nuestros académicos se encaminen positivamente a ingresar al Sistema Nacional de Investigadores y a formar parte de la plantilla con reconocimiento del Programa de Mejoramiento del Profesorado (Promep).


Precisamente por el prestigio y la calidad de sus investigaciones, nuestro Instituto sostiene vínculos con instituciones de educación superior e investigación como la UNAM, la Universidad de Guadalajara, el Cinvestav del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el Colegio de Posgraduados, el Instituto de Ecología, la Universidad Autónoma del Estado de México, la de Hidalgo, y otras especializadas en el tema.


Reitero: se trata de un cuerpo académico de excelencia que merece el reconocimiento de todos los universitarios, pues en poco tiempo han logrado demostrar una alta producción académica. También es justo reconocer que mucho de lo expuesto no habría sido posible sin el trabajo y la atinada dirección del fundador de este instituto, el Dr. Lázaro Rafael Sánchez Velásquez, egresado de la Facultad de Biología de la UV cuya experiencia de más de 20 años en investigación sobre Ecología Forestal y Conservación de la Biodiversidad es uno de los pilares más sólidos del Inbioteca.


Con él al frente, Inbioteca ha acuñado una filosofía en su quehacer científico que se puede plantear desde la UV para el país: “Nada se hace sin el trabajo continuo, solamente podemos crecer cuando de por medio está el compromiso con el trabajo”. Totalmente cierto.


Más allá de las condiciones en que se encuentra el país, me parece fundamental que una consigna de esta naturaleza surja desde una universidad. Nuestro compromiso es conectar nuestros conocimientos y nuestras técnicas con la vida misma, esto es, con las necesidades de la sociedad: no sólo se trata de crear grandes productos académicos sino de que estos sirvan para impulsar el desarrollo sustentable y justo de nuestras comunidades. Por eso sostengo que esta filosofía que impulsa el Inbioteca es el camino por el que debemos seguir en la UV.


Por sus objetivos y su propia naturaleza, el instituto es fundamental en sí mismo; pero también lo es para la Universidad Veracruzana y para Veracruz. La rica biodiversidad con la que contamos, y el hecho de que el Inbioteca pueda realizar investigación de frontera, nos abren un gran espacio en nuestra trayectoria hacia el futuro.


Es, como se suele decir de aquellos programas que abren camino, un buque insignia de nuestro gran proyecto universitario. Decir que me siento orgulloso como universitario UV, es poco. Además de ello, su ejemplo de dedicación y su honestidad intelectual, nos sirven de ejemplo, fortalecen y estimulan nuestro ánimo para seguir luchando, día a día, sin tregua ni descanso, por hacer de nuestra Universidad Veracruzana un baluarte indiscutible del saber y el compromiso social.


* Rector de la Universidad Veracruzana

Artículo publicado con el permiso del autor

domingo, 25 de octubre de 2009

Momento decisivo para las universidades públicas

Raúl Arias Lovillo*

Son momentos decisivos para la educación pública. Ante la difícil situación que tendremos que enfrentar por el problema presupuestal del conjunto de nuestras casas de estudio, la Asamblea de la Asociación de Universidades e Instituciones de Educación Superior de México (ANUIES) es el termómetro fiel del estado de ánimo de las comunidades académicas del país. Así se demostró en la XL reunión del organismo nacional que tuvimos en Tampico, en la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), el jueves y el viernes de la semana pasada.

La incertidumbre y los cuestionamientos reinaron en la reunión. Hubo también desencanto y coraje. Mis colegas rectores expresan un sentimiento que compartimos todos: frustración porque todo indica que los logros académicos obtenidos a fuerza de voluntad y compromiso, no tienen correspondencia en materia de recursos para seguir adelante.

El tema del financiamiento está en el primer lugar de la agenda institucional. De eso no hay duda: todas las funciones sustantivas, proyectos y decisiones fundamentales, se ven marcadas por la situación financiera. No se trata sólo de un impacto sobre las tareas cotidianas de gestión, a cuyas limitaciones nos hemos habituado; me refiero a las consecuencias que esta contracción tendría en la Universidad Veracruzana en términos de su planeación estratégica, esto es, del futuro que queremos ir construyendo para las nuevas generaciones.

La disminución, el recorte o la falta de incremento –al menos respecto de la inflación inocultable– nos afecta gravemente. Veamos la gravedad del asunto: está planteado a la Cámara de Diputados por parte del Poder Ejecutivo Federal una disminución de 2 mil millones de pesos sobre el subsidio ordinario y 5 mil millones más sobre los fondos extraordinarios. El golpe es durísimo: paralizaría el desarrollo de la educación superior pública con impredecibles consecuencias. Eso no se puede ocultar.

Era ineludible definir colectivamente nuestra postura ante la amenaza evidente, y señalar los caminos a seguir como asociación representativa del grueso de las instituciones educativas del país. En primer lugar, y eso lo dije en la Asamblea, no podemos quedarnos con los brazos cruzados: debemos acudir a los dos frentes que nos son naturales, nuestras propias comunidades y ante la opinión pública, para que ambas robustezcan nuestra posición ante los legisladores, que en las próximas semanas tendrán que resolver los montos del presupuesto de egresos, una vez que se apruebe el controversial presupuesto de ingresos que hoy está en manos del Senado de la República.

Precisamente por todo ello, creo que son horas decisivas para la educación pública. Cada comunidad universitaria tiene que hacer su parte. A la Universidad Veracruzana la propia, la que resume deber y compromiso. En primer lugar, en ningún momento debe decaer el ánimo.

Le consta a nuestra comunidad y a la sociedad veracruzana que en otras circunstancias semejantes hemos actuado con responsabilidad y con prudencia. Hemos intentado poner por delante inteligencia, madurez y estrategia. Esta última, para sacar ventaja de la adversidad, de no dejarnos dominar por la pasión que ciega ni por el conformismo y el descuido que echa a perder lo logrado.

Por eso, lo prioritario es preservar lo que tenemos como comunidad: nuestra unidad y nuestras fortalezas académicas y culturales. Con ello, tenemos nuestro proyecto de futuro asegurado. Habremos de prepararnos para lo peor con lo mejor. Que no es poco.

Nuestra comunidad tiene historia, fortaleza académica y una gran reserva moral. Y tiene un proyecto de futuro al que no vamos a renunciar jamás. Nos anima, además, –y por supuesto que me incluyo–, que en el presente la comunidad trabaja intensamente y no le da tregua al inmovilismo ni a la duda.

Tenemos los motivos institucionales y las claves pedagógicas para reformar, innovar y transformar el modelo educativo en su esencia. Contamos con un factor que dinamiza el proceso: el programa Aula que está en marcha a gran velocidad. Estamos sentando las bases organizativas, técnicas y jurídicas para la descentralización, una descentralización que no fracciona sino que fortalece la unidad de la Universidad Veracruzana.

Asimismo nuestros proyectos de investigación y del posgrado galvanizan la sustentabilidad, generan y reproducen conocimiento, y son determinantes en el papel que desempeña la UV como palanca del desarrollo. Tenemos a nuestro favor, como si fuera poco, un proyecto arquitectónico extraordinario que resume el carácter humanístico y el compromiso de nuestra comunidad con el pensamiento elevado y con el desarrollo cultural: la construcción de la Sala de Conciertos de la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX). Tenemos más, muchos más, para enfrentar este nuevo desafío.

Pero sobre todo, en esta hora decisiva para las universidades públicas, y en especial para la Universidad Veracruzana, estoy seguro de que está de nuestra parte la sociedad, las veracruzanas y los veracruzanos que han visto la sinceridad y la calidad de nuestro esfuerzo académico, quienes en esencia, son ellos y sus hijos que acuden a las aulas, la razón de ser de nuestra casa de estudios.

Por ellos, por Veracruz, seguiremos luchando por la defensa de la universidad pública. Por un financiamiento suficiente y decoroso, y por su aplicación cuidadosa y transparente.

* Rector de la Universidad Veracruzana

domingo, 18 de octubre de 2009

Las universidades públicas: lucha sin tregua



Raúl Arias Lovillo*

Los universitarios nos preguntamos muchas veces con cierta perplejidad acerca de las razones que pueden tener algunos sectores gubernamentales para escatimar los recursos a la educación superior, la ciencia y la tecnología.


Si observan, dije “escatimar”, no negar. Los gobiernos no niegan los recursos. Es cierto. Pero los reducen, los distribuyen no pocas veces con discrecionalidad, asignan montos y seleccionan a quién o a quiénes primero, o a quién o a quiénes después. No puedo asegurar que las razones de esta actitud son políticas, pero no puedo dejar de decir que son indebidas. Pero lo peor de todo, es que en los últimos años, el poder ejecutivo ha enviado a la Cámara de Diputados propuestas de presupuestos avaros para la educación superior. Pareciera, entonces, que la lógica del gobierno federal no encaja con la lógica del desarrollo de las universidades.


Cada año, como si fuera un ritual, tenemos que hacer el recorrido a la Cámara de Diputados a demandar, primero, que no se reduzcan los recursos y que se modifique el presupuesto de egresos presentado por el poder ejecutivo; y segundo, que del presupuesto aprobado, fijen a las universidades lo que es justo para que estén en condiciones de cumplir con sus funciones.


Entendemos perfectamente la situación del país, sabemos que todos tenemos que poner nuestra parte en la situación económica que enfrentamos. Pero aquí, el tema es lo que creemos cada uno de los sectores involucrados acerca del papel de la educación: me refiero al gobierno, a las comunidades educativas a los legisladores y a la sociedad misma.


¿Es útil invertir en educación? ¿Vale la pena que se destinen más recursos a las casas de estudio superior, ciencia y tecnología, en situaciones como las que vive el país? Los rectores, las comunidades universitarias, sectores importantes de la sociedad, y creo yo, sinceramente que algunos gobernadores como Fidel Herrera y otros, y no pocos legisladores, consideramos, que sí, que en el marco de la crisis, sí vale la pena y que la mejor vía para que las naciones alcancen niveles de competitividad internacional, formen capital humano para el desarrollo y modulen una sociedad civilizada y segura de su porvenir, es invertir sin cortapisas en educación.


El tema es que hay un sector influyente que se opone a ello. Sus voceros han acuñado frases huecas pero efectivas para denostar a las universidades públicas: “fábricas de desempleados”, “barriles sin fondo”, o decir que no rendimos cuentas como lo inventó el CONEVAL, y todas son falsedades del tamaño de catedrales.


Buenas universidades públicas, competitivas, con altos niveles de investigación, es lo que el país necesita. Consagradas a ese objetivo, colocadas en ese trayecto, admitiendo que ese ha sido nuestro compromiso, la gran mayoría de las universidades exigimos lo justo en términos presupuestales.


Lo hacemos convencidos de que el país tiene que salir de esta prolongada situación de incertidumbre. No lo va a lograr con una sociedad atrasada educativa y tecnológicamente. No lo hará si no cuenta con universidades de alto nivel científico. Entiéndase: el éxito económico de las naciones desarrolladas ha descansado en la educación. Lo confirman una y otra vez los premios Nobel de economía: en tiempos de recesión lo mejor es invertir en educación, que será la garantía de que el país se recupere sobre bases firmes y cuente con los recursos humanos para fortalecer las bases del crecimiento económico.


Bajo esta perspectiva, las instituciones de educación superior y de investigación, se vuelven estratégicas para el desarrollo nacional. Nuestra convicción tiene este sustento. Hemos tenido que superar incomprensiones y lo cierto es que hemos ganado terreno entre amplios sectores de la sociedad. Cada vez son más los sectores que creen que el futuro del país se sustenta en una mejor educación superior y que debe recibir el apoyo necesario para su desenvolvimiento.


Precisamente en el marco de la XL Sesión Ordinaria de la Asamblea General de la ANUIES, que celebraremos los próximos 21 y 22 de octubre en Tampico, Tamaulipas, vamos a evaluar la situación que guarda el tema del presupuesto para el 2010.


Hoy, nuevamente estamos frente a un momento trascendental para el futuro de la educación superior. Es nuestro deber moral defender nuestros recursos, es parte fundamental de nuestro compromiso con la sociedad no permitir un retroceso en los avances que tanto nos ha costado lograr en cuanto a la obtención de mayores recursos financieros. Es momento de salvaguardar, con toda nuestra fuerza y convicción, los intereses de nuestras instituciones.


A eso acudiremos los rectores a la Asamblea de la ANUIES: no sólo a fortalecer la defensa de nuestro patrimonio, sino también a promover la gestión de mayores recursos y mejores condiciones para nuestras universidades.


Revalidaremos el papel de las universidades en la sociedad, defenderemos nuestros principios, fortaleceremos a la educación superior y, por consiguiente, reafirmaremos nuestro compromiso con el desarrollo social de México.


Rector de la Universidad Veracruzana*


miércoles, 7 de octubre de 2009

jueves, 1 de octubre de 2009

XXII Congreso Nacional de Estudiantes de Economía


XXII Congreso Nacional de Estudiantes de Economía
México: Medidas y soluciones para resarcir el impacto originado por la crisis económica

Estimados lectores del blog,

como ustedes ya saben este evento se llevará a cabo los días jueves 12, viernes 13 y sábado 14 de Noviembre del año en curso en Cancún, Quintana Roo.

El costo por carnet es de $2,500. Incluye 3 noches de hospedaje con desayunos, comidas, una cena buffet, una noche de antro, un coctel de gala en la playa, material académico, constancia con valor curricular, conferencias, mesas de trabajo, talleres, etc. El transporte lo va a poner la Universidad así que no deben de preocuparse por eso.

La política de pago será cubrir el primer pago con un monto de $1,500 entregándoselo a Roberto Amaro, Everardo Paíz o con un servidor Nicko De Miguel, a más tardar el día 12 de Octubre en la mañana, ya que el depósito se realizará al mediodía. Los restantes $1,000 se darán en las próximas dos semanas y tendrá como fecha límite el día 26 de Octubre.

Las personas que se quieran ir y/o regresar vía aérea deberán comunicarse con alguno de nosotros para que estemos enterados.

Cualquier duda o aclaración, quedamos a ustedes. Gracias.

Nicko De Miguel
Miembro de la Mesa Directiva Regional Sur

domingo, 26 de julio de 2009

Innovación, descentralización y sustentabilidad

Raúl Arias Lovillo*


Hace unas horas se me ha comunicado la decisión unánime de la Junta de Gobierno de la UV de conferirme el honor –el más alto al que puede aspirar un universitario– de seguir al frente de la Universidad Veracruzana para el periodo 2009-2013. Estoy seguro que comprenderán la emoción que me produce esta segunda oportunidad de servir a la comunidad universitaria.


Por ello quiero ratificar de manera pública el compromiso asumido frente a la honorable Junta de Gobierno, en el sentido de continuar sin tregua, con mayor energía y sentido de la responsabilidad, superando errores y a partir de experiencia acumulada, con el proceso de academización de la Universidad Veracruzana, que estoy seguro nos va conducir hacia la consolidación de su quehacer educativo, cultural y científico.


Será una nueva etapa de transformaciones. No tengan ninguna duda. He planteado para esta etapa la estrategia de la calidad, innovación y sustentabilidad, tomando en cuenta nuestra realidad interna y externa, nuestras capacidades humanas y materiales, y en el propio nivel de desarrollo alcanzado por el proyecto institucional.

Lo que propone nuestra estrategia es articular la orientación académica actual, que hace hincapié en el fortalecimiento de la calidad y la innovación, para consolidar una universidad sustentable en su interior. De esta forma la UV estará en mejores condiciones para enfrentar los desafíos de la sustentabilidad de la entidad veracruzana, compromiso fundamental que debe guiar nuestros programas y metas, los cuales buscan atender las prioridades de nuestros académicos. De nuestros programas y metas para el 2009-2013, les hago un resumen enseguida.


El programa de descentralización, que tiene como objetivos subsanar las brechas creadas por el centralismo; adecuar la oferta educativa a las necesidades y oportunidades regionales y locales; y transferir jurídica, financiera y académicamente la gestión institucional a las vicerrectorías.


El programa de la calidad y la innovación se propone como tarea programática las reformas al Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF). Entre las prioridades están los cambios en la estructura, organización y programación de horarios de las experiencias educativas que permitan optimizar el tiempo de los estudiantes. Asimismo, generar condiciones que les permita participar en investigaciones y en otras experiencias educativas que contribuyan a su formación integral.


El proyecto Aula está entre los proyectos innovadores que habrán de repercutir en el mejoramiento del MEIF; los esfuerzos de la investigación científica, tecnológica y humanística deberán orientarse a las áreas prioritarias para la sustentabilidad de Veracruz.


En esta perspectiva, la institución deberá contar con un programa de desarrollo del personal docente y un programa de formación de jóvenes académicos que permita la renovación de la actual plantilla.


El programa de sustentabilidad interna y externa, que parte del principio de que el desarrollo sustentable de la humanidad descansará de manera creciente en el conocimiento. La Universidad Veracruzana, como otros centros de educación superior del país y del extranjero, asume en sus proyectos académicos el compromiso con la sustentabilidad.


Este programa se guiará por cuatro componentes estratégicos: una gestión institucional sustentable cuyas acciones garanticen la promoción de una cultura de la sostenibilidad entre la comunidad universitaria; impulso de prácticas sociales de la comunidad universitaria orientadas a la solución de problemas ambientales internos y externos; generación de investigaciones inter y multidisciplinarias que respondan a las necesidades de la sustentabilidad regional y de distintos grupos sociales; y, promover una educación para una sociedad sostenible.


El programa de democratización y transparencia para consolidar una organización universitaria moderna apoyada por mecanismos informativos eficaces así como por la transparencia y la rendición de cuentas sobre los principales asuntos universitarios, contribuye a un ambiente democrático y de participación de la comunidad.


La democratización de la UV pasa por el fortalecimiento del Consejo Universitario General y de los organismos colegiados; éstos deben profundizar sus capacidades deliberativas, de consulta, diálogo, discusión y decisión de los problemas de la Universidad.


El programa de multiculturalismo e internacionalización, ya que son temas fundamentales que están ocupando un lugar en la academia y son relevantes para el desarrollo de programas educativos, de investigación y extensión. En ese contexto, el estado de Veracruz se caracteriza por su enorme pluralidad cultural y esta fortaleza debe orientar los programas institucionales para reconocernos localmente diversos y proyectarnos hacia el exterior. El programa de trabajo debe contemplar el fortalecimiento de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI), la investigación sobre las enormes potencialidades que ofrecen los saberes tradicionales y los programas de vinculación universitaria.


El programa de atención integral centrada en los estudiantes porque estos son la razón fundamental de nuestra universidad. Una gran parte de los programas anteriormente mencionados apoyan esta misión.


Se fortalecerán programas que favorezcan el ingreso de un mayor número de estudiantes, su formación académica integral, el aumento de servicios diversos como la atención y cuidado de su salud, el estímulo de la movilidad nacional e internacional, así como programas de orientación sobre sexualidad, drogas, violencia intrafamiliar, integración a las ciudades y a las comunidades locales.


La autonomía: principio indeclinable


El abanderamiento de un proyecto como este que presenté a la Junta de Gobierno, es sin duda el resultado de la autonomía, de esa libertad y ese compromiso que nos impulsa a seguir profundizando la reforma institucional. Es obra, además, de toda la comunidad universitaria y de varias generaciones.


Aquí empieza a surgir la nueva Universidad Veracruzana, orientada a la innovación y la descentralización para la sustentabilidad, vigorosa y con un futuro cierto con la fortaleza moral de una comunidad que conduce su destino, haciendo de la autonomía universitaria su baluarte máximo.


A eso me comprometí. A fortalecer y consolidar lo que hemos logrado, y a avanzar en la innovación y descentralización para la sustentabilidad, que han de fijar el rumbo de una administración universitaria comprometida con el futuro de Veracruz.


* Rector de la Universidad Veracruzana

domingo, 19 de julio de 2009

Los ideales de Juárez y la Universidad Veracruzana

Raúl Arias Lovillo*


No responde a un hecho azaroso el que en 1857, el presidente de la República Mexicana, Benito Juárez García, instalara provisionalmente su gobierno ante los ataques de los conservadores en el Puerto de Veracruz.


La posición geográfica estratégica del puerto y el importante papel que jugaba en la economía del país, permitió a Juárez ejercer los derechos emanados de la Constitución de 1857 para transformar la organización social y política de México hacia un Estado más justo.


Fue nuestro estado de Veracruz, la puerta de México al mundo durante gran parte del siglo XIX, donde se iniciaron los movimientos liberales y donde fueron promulgadas las Leyes de Reforma que permitieron la modernización del país.


Estos hechos capitales en la historia nacional, han definido el carácter y el compromiso de los veracruzanos con el país y con sus aspiraciones de justicia y democracia.


Ahora, 150 años después, la reflexión en torno a la Reforma liberal no sólo nos permite hacer un repaso sobre nuestro glorioso el pasado, sino también reflexionar acerca del presente y al futuro.


La Universidad Veracruzana se nutre del pensamiento y del ejemplo de Juárez. No puede ser de otra manera. Es el mexicano por excelencia, el que mejor ejemplifica la voluntad y el valor de los mexicanos en las luchas de nuestra nación por la defensa de la soberanía y la independencia nacional.


Ha sido un acierto que a los 150 años de la promulgación de las Leyes de Reforma, el recién creado Centro de Estudios de la Cultura de la máxima casa de estudios, organizara el congreso, “A 150 a los de las Leyes de Reforma en Veracruz” para analizar la importancia y trascendencia de este suceso histórico.


Contrario a los que pretenden llevar nuestra historia al olvido, la sociedad mexicana no pierde los referentes históricos que significaron la Revolución Mexicana ni la Reforma liberal del siglo XIX.


La coyuntura política por la que atraviesa actualmente nuestro país es una recreación de la que sostuvieron liberales y conservadores durante el siglo XIX, pues, aún hoy persiste la pugna entre los intereses corporativos de los conservadores y las libertades básicas proclamadas por los liberales.


Lo mejor del siglo XIX mexicano fue el pensamiento liberal, y lo debe ser en este siglo XXI; tengo la convicción de aun perviven las causas que dieron origen a la lucha entre la característica cadena de fueros y privilegios defendida por los conservadores y las proclamas libertarias de los liberales.


De ahí que tenga una significación especial el hecho de haber celebrado en la cuna misma de la promulgación de las Leyes de Reforma este encuentro, ciertamente académico, pero de un enorme significado para la política nacional.


Hoy, Juárez sigue vigente; su capacidad insuperable de identificar y entender la trascendencia precisa del momento histórico que le tocó vivir, y actuar de la manera como lo hizo ante los riesgos que enfrentaba la nación, son actitudes que deben ser recuperadas y emuladas por quienes buscan hacer de México un mejor país.


La lucha de Juárez por la defensa de la integridad de la República es el legado moral que nos da identidad. Es el momento de recuperar sus visiones, su conducta ante la adversidad y su integridad moral.


En la lucha contra las circunstancias actuales, su ejemplo está vivo; sostengo que es el momento de recobrar al político que tuvo la sagacidad y el temple para enfrentar y triunfar en uno de los más graves conflictos en la historia moderna de México.


No es una quimera decir que es también el momento de enarbolar los valores liberales del juarismo y con ellos, en esta hora aciaga de la nación, refundar sobres sus cimientos a la República, a la nación que soñaron esta generación de mexicanos, unida, cohesionada en torno a su historia y a un proyecto democrático de futuro.


La vigencia del pensamiento de Juárez es una avenida a la esperanza y a la confianza de que podemos ser un mejor país.


* Rector de la Universidad Veracruzana

lunes, 13 de julio de 2009

La trayectoria innovadora de la Universidad Veracruzana

Raúl Arias Lovillo*


Los universitarios hemos abierto espacios para el desarrollo académico y científico, así como para la participación y el debate de nuestros asuntos. Hemos elaborado un proyecto institucional en el que se han sumado talentos y voluntades de estudiantes, trabadores y académicos que piensan, actúan y sueñan, en función de la Universidad Veracruzana (UV).


Todos ellos dedican tiempo exclusivo a la UV. Están todo el tiempo en ella, en sus aulas, en sus laboratorios, en sus bibliotecas, en sus campos deportivos; asumen a la Universidad como el motivo principal de su vida. Quienes formamos parte de esa comunidad, de esos cuerpos académicos, no lo decimos en el discurso. Sólo nos dedicamos a la Universidad Veracruzana. No tenemos otros trabajos en el sector público o privado ni utilizamos coartadas demagógicas para ocultar las dobles o triples nóminas a donde hay que ir a cobrar.


El universitario de tiempo completo no lo es sólo nominalmente, claro está. En primer lugar, conoce la realidad de la institución y conoce sus proyectos, sus logros sus avances. No es ajeno a sus insuficiencias y sus errores. ¿Qué institución no tiene unos y no comete los otros? Ninguna.


Pero el universitario, sea académico, trabajador o estudiante que está sinceramente comprometido con la Universidad Veracruzana, sabe que el proyecto universitario que pone por delante la mejora continúa de sus programas hacia la búsqueda de la excelencia académica, se ha fortalecido en los últimos años. Y sabe, además, que hay mucho por hacer, por corregir, por fortalecer.


Esa es una de nuestras señas de identidad: el trabajo individual y colectivo al servicio de la institución.


Digo todo esto como un preámbulo porque sé que son momentos para hacer planteamientos de futuro con respecto de la Universidad Veracruzana. Y para ello, hay que tomar la perspectiva que nos da la historia reciente de la institución. Y el primer referente del que quiero partir es la autonomía universitaria: estoy convencido que la comunidad de la Universidad Veracruzana actúa en función de los valores que entraña la autonomía: libertad, responsabilidad, vocación y compromiso crítica. Damos cuenta de esta actitud de hace unos años a la fecha. Y no es por afanes protagónicos de nadie, sino por que el ejercicio creciente y de más calidad de la academia y el nivel de participación interna, así lo ha determinado.


Y lo importante de la autonomía, de este fundamento, jurídico, moral y académico, es que nos retribuye la capacidad de decidir sobre nuestro rumbo, nos abre expectativas de futuro de mayor certidumbre. Nos marca derroteros de lo que hay que hacer. Y nos compromete.


Ustedes lo saben: somos herederos de esfuerzos individuales y colectivos que le han dado una identidad especial a la UV. ¿En qué consiste esta identidad? En la fuerte personalidad cultural y social de la Universidad; en su modelo educativo de vanguardia; en su infraestructura moderna; en sus personalidades internacionales que la prestigian; en la sólida vinculación de la investigación y sus servicios con la sociedad veracruzana; en su Orquesta Sinfónica (OSX), en su equipo de basquetbol de los Halcones de la UV. Hay muchas cosas que nos hacen diferentes. Y lo diferente, si es bueno, nos hace mejores.


Hoy lo que sigue es fortalecer e innovar todos los órdenes de la vida universitaria. Y para ello, es necesario darle continuidad al proceso de academización de la UV.


Planteamientos para esa tarea primordial hay muchos, y la gran mayoría de ellos los he recogido de los propios universitarios. Son, por supuesto, propuestas que comparto plenamente, porque confirman el objetivo de la calidad, la pertinencia y la sustentabilidad de nuestras políticas.


No quiero concluir esta nota sin señalar algunos ejemplos, donde se advierte el compromiso que tiene la comunidad con nuestro proyecto.


Si nuestra política universitaria de hoy tiene como destinatario principal los estudiantes hay que mejorar los servicios que les ofrecemos: hay que fortalecer su aprendizaje, su permanencia y su mayor participación en los procesos educativos.


Por supuesto que la comunidad plantea que continuemos con el proceso de consolidación de la planta académica; quieren que sigamos con los esfuerzos de acreditación y certificación de los programas educativos; que se avance en el posgrado y la investigación para seguir encaminando a la Universidad Veracruzana en el compromiso con su entorno y la sustentabilidad.


Y puedo decir que fue consenso del Foro Universitario: “Construyendo juntos nuestro futuro” -y una demanda bien sustentada por los estudiantes y docentes- acabar de tajo con las deformaciones y excesos como el número de créditos y las horas de clases presenciales excesivas, en el Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF). Y esta demanda, encaja precisamente en la idea que tenemos de la actualización y mejoramiento del Modelo.


Estas y muchas otras propuestas que he recogido de la comunidad universitaria, habrán de seguirse impulsando en los próximos años. Esa es la trayectoria innovadora que debe preservar la institución. Me anima y me esperanza pensar que habrán de hacerse con sentido crítico, sumando, uniendo voluntades e inteligencia como lo hemos hecho hasta hoy, en el propósito de engrandecerla, de consolidarla y de estrecharla cada vez a la sociedad veracruzana.


* Rector de la Universidad Veracruzana